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La digitalización se ha convertido en una de las principales palancas para la competitividad en el contexto de la llamada cuarta revolución industrial. Tanto España como Europa se están preparando para aprovechar esta ola y beneficiarse de la notable mejora en la productividad que esta promete. Las estimaciones de expertos apuntaban a que en el periodo 2018-2023 se necesitarían crear 500 millones de nuevas aplicaciones a nivel mundial, lo que supondría superar el número de aplicaciones generadas en los últimos 40 años. Además, la inversión en tecnologías de la información se está intensificando. Tras la contracción de la inversión TIC en EMEA (Europe, Middle East and Africa) motivada por la pandemia y el Brexit.
Sin embargo, hoy en día existe una gran brecha entre la demanda y la oferta de perfiles profesionales con formación en este ámbito. Se estima que actualmente en Europa faltan 350.000 especialistas TIC, de los cuales 75.000 corresponden a España, lo que significa que se necesitan más aplicaciones, y no hay talento para generarlas.
Todo esto está impulsando la consolidación de un nuevo paradigma en el desarrollo de software: el Low-Code, una nueva tendencia que se presenta como solución para mitigar la falta de talento digital y que está llamado a revolucionar el desarrollo TIC, pasando de ser una tecnología emergente, a ser adoptada de manera habitual en el desarrollo de aplicaciones.
De hecho, el mercado Low-Code creció un 23% en 2021 posicionándose como una tecnología clave para acelerar el desarrollo y despliegue de aplicaciones software tras las consecuencias económicas de la pandemia.
Las tecnologías Low-Code minimizan o incluso eliminan la codificación manual necesaria para desarrollar y desplegar aplicaciones de software, reduciendo el tiempo y el coste necesarios y simplificando la formación necesaria de los equipos encargados de crear, evolucionar o mantener dichas aplicaciones.
La novedad de estas tecnologías radica en que permiten desarrollar aplicaciones sin programar gracias a un panel de elementos visuales, lo que facilita su uso por perfiles sin altos conocimientos en informática. Además, ofrece la ventaja de la capacidad de integración, ya que habilitan la conexión con sistemas de terceros y aplicaciones empresariales.
Además, El Low-Code mejora todavía más la agilidad y la productividad en el desarrollo de software gracias a su aplicación combinada con otras tecnologías transformadoras. Se trata de un concepto tecnológico facilitador de las iniciativas de Transformación Digital y de Hiperautomatización, pero no es el único, siendo frecuente su aplicación de forma combinada con otras tecnologías transformadoras como el iPaaS, SaaS, aPaaS, iBPMS, RPA, IA/ ML, etc. para lograr la máxima agilidad y productividad en el desarrollo de software.
En cuanto a los beneficios de estas tecnologías, la utilización de plataformas Low-Code permite trabajar con un Time to Market más corto, ya que se invierte menos tiempo en los desarrollos, lo que acelera el lanzamiento de nuevos productos al mercado; el desarrollo de apps es más eficiente, ya que requiere menso recursos y es más sencillo; la productividad del equipo aumenta, ya que aumenta las capacidades de desarrollo, reduciendo la complejidad y los errores humanos gracias a la automatización; la curva de aprendizaje es más corta, dado que es una tecnología más fácil de aprender que los lenguajes de programación tradicionales; permite un desarrollo colaborativo y agile, puesto que los departamentos TIC y negocio trabajan conjuntamente desde fases muy tempranas, haciendo que el ciclo de desarrollo sea más ágil y enfocado al usuario final; y facilita la capacitación de perfiles para desarrollar apps, ya sea reconvirtiendo perfiles no TIC o través de un reskilling de perfiles expertos en otras tecnologías.
Los principales casos de uso de esta tecnología son portales, aplicaciones móviles, prototipos, extensión de procesos y sistemas core. La aplicación del Low-Code en las empresas entrevistadas se centra sobre todo en aplicaciones utilizadas por varios departamentos o por toda la compañía y que ayudan a realizar tareas diarias.
La demanda de este tipo del Low-Code en las empresas ya se hace notar en el mercado laboral: las ofertas de trabajo para perfiles Low-Code aumentaron más de un 70% en 2021 respecto a 2019.
La mayoría de las empresas españolas entrevistadas aún están en las fases iniciales de adopción de este concepto tecnológico y hoy en día los datos muestran que esta tecnología está lejos de alcanzar todo su potencial, pero en los próximos años se espera un incremento de la madurez del mercado de Low-Code.
El 70% de los expertos encuestados están convencidos de que aumentará el uso de Low-Code en los próximos 3 años y los principales fabricantes Low-Code esperan tasas de crecimiento en el mercado español del 100% para los próximos años, lo que significa que el Low-Code ya no es solo una nueva tecnología despuntando, sino que se trata de una nueva forma de concebir el desarrollo de software, el cual está revolucionando el ecosistema empresarial y el mundo del desarrollo de software y aplicaciones.